Si tienes un negocio virtual y quieres mejorar las ventas, has de realizarte, antes de nada, una serie de preguntas:
- ¿Mi servicio está centrado en la satisfacción del cliente?
- ¿Mi tienda garantiza la seguridad en todas sus operaciones?
- ¿Mi tienda tiene una disponibilidad horaria absoluta (24 horas al día, 7 días a la semana)?
- ¿Está bien posicionada?
- ¿Su manejo es intuitivo?
Si alguna de estas preguntas ha sido contestada de manera negativa, hay que incidir sobre ese punto en concreto. El cómo lo explicamos a continuación.
Manejarse de manera intuitiva
Comprar online en ocasiones se vuelve más complicado que hacerlo “en persona”: no podemos coger los objetos manualmente ni hablar con un dependiente. Es necesario que la plataforma de venta cuente con herramientas que le digan al cliente qué hacer: un botón de “Añadir a la cesta”, otro de “Realizar pedido”, ofertas vigentes claramente reseñada, información clara de cuánto tiempo tardará el envío y cuánto nos va a costar…hacen el momento de compra más agradable y generan confianza.
Plataforma activa
Una tienda virtual con una plataforma que se bloquea o se `cuelga´ en el momento de mayor tráfico es una tienda abocada al desastre. Internet va rápido, y si en los momentos de mayor afluencia o periodos de mayor consumo la infraestructura web no lo soporta, deberíamos cambiarla por una más potente o perderemos ventas. Recuerda que una tienda virtual debe ser rápida en los tiempos de descarga de la información. Para este punto se recomienda 100% un hosting de pago.
Seguridad web
Uno de los puntos en los que más se desconfía a la hora de comprar online es el pago. La seguridad y la protección de datos en este punto son esenciales, ¡hay que asegurarlas! Ofrece, también, distintas opciones de pago: contrareembolso, PayPal, tarjeta de crédito…
Posicionamiento del negocio virtual
Posiciona tu tienda virtual como un negocio que es: presencia en las redes sociales, técnicas SEO… optimiza tu marca, virtualmente hablando.