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Pirámide de Jerarquías de las Estrategias Organizacionales

La Pirámide de jerarquías de las estrategias organizacionales es un modelo clave en la gestión empresarial que estructura las decisiones estratégicas en tres niveles: corporativo, de negocio y funcional. Este enfoque permite coordinar esfuerzos en diferentes áreas para maximizar la competitividad y asegurar la implementación efectiva de los objetivos a largo plazo de la empresa.

La Pirámide de jerarquías de las estrategias organizacionales es un concepto clave dentro de la gestión estratégica, ya que permite comprender cómo se distribuyen y ejecutan las decisiones estratégicas en las empresas.

Este modelo clasifica las estrategias en tres niveles jerárquicos: corporativo, de negocio, y funcional, lo que facilita la organización de las decisiones que influyen en la dirección general de la compañía, las unidades de negocio individuales y los departamentos que apoyan las actividades. La correcta implementación y alineación de estos tres niveles resulta crucial para el éxito de cualquier organización, especialmente aquellas que operan en múltiples industrias o mercados.

En este artículo, exploraremos en profundidad cada uno de los niveles de la pirámide, lo que implica esta jerarquía estratégica y cómo contribuye a la competitividad y sostenibilidad de una empresa a largo plazo.

¿Qué es la Pirámide de Jerarquías de las Estrategias Organizacionales?

La Pirámide de jerarquías de las estrategias organizacionales es un esquema que agrupa las decisiones estratégicas de una empresa en tres niveles diferentes, de acuerdo con su alcance y propósito.

Jerarquías de las Estrategias Organizacionales

En la cúspide se encuentra la estrategia a nivel corporativo, que establece la dirección general y define los mercados o industrias en los que competirá la empresa. En el nivel intermedio se ubican las estrategias de negocio, que están orientadas a ganar una ventaja competitiva en una línea de productos o una unidad específica. Finalmente, en la base de la pirámide, se encuentran las estrategias funcionales o políticas, que se desarrollan para apoyar las operaciones diarias en las distintas áreas funcionales como finanzas, marketing, producción y recursos humanos.

Esta jerarquía permite que las organizaciones coordinen sus esfuerzos de manera eficiente, asegurando que las estrategias corporativas de largo plazo se reflejen en las acciones concretas de las unidades de negocio y los departamentos funcionales. En otras palabras, la pirámide facilita que las grandes decisiones estratégicas se traduzcan en actividades operativas y tácticas que generan valor para la empresa.

Niveles de la pirámide de jerarquías de las estrategias organizacionales

Esta pirámide, se encuentra integrada por tres niveles, que son:

Estrategia a Nivel Corporativo

La estrategia a nivel corporativo es la más amplia y se sitúa en la parte superior de la pirámide. Esta estrategia se enfoca en la organización en su conjunto, y está dirigida por los altos directivos o el equipo ejecutivo. Su principal objetivo es determinar en qué mercados, sectores o industrias la empresa debería competir, así como decidir sobre las grandes inversiones y adquisiciones.

Una característica central de la estrategia corporativa es que tiene un enfoque diversificado. En muchas empresas grandes, es común que existan múltiples líneas de negocio o unidades que operan en diferentes sectores. En este sentido, la alta gerencia debe tomar decisiones sobre cómo asignar recursos entre las diferentes divisiones para maximizar el crecimiento y la rentabilidad. La creación de un portafolio de negocios efectivo es clave para asegurar la viabilidad de la empresa a largo plazo, y esto involucra desde la adquisición de nuevas empresas hasta la desinversión en áreas que ya no sean rentables o estratégicamente importantes.

Un ejemplo de estrategia a nivel corporativo puede verse en conglomerados multinacionales como General Electric, donde la alta dirección decide en qué sectores industriales invertir (como la energía, la aviación o la atención sanitaria) y cómo asignar los recursos entre estos sectores para maximizar las sinergias y la rentabilidad.

Estrategias de Negocio

El siguiente nivel en la pirámide lo ocupan las estrategias de negocio, que se enfocan en cómo competir con éxito en un mercado o línea de productos específicos. Este nivel está más cercano al cliente y al entorno competitivo inmediato de cada unidad de negocio. Es responsabilidad del director general de cada unidad diseñar e implementar la estrategia de negocio, aunque estas decisiones deben estar alineadas con las directrices de la estrategia corporativa.

Las estrategias de negocio tienen como principal objetivo generar una ventaja competitiva en el mercado, lo que puede lograrse de varias formas, como la diferenciación de productos, el liderazgo en costos o el enfoque en nichos de mercado. Por ejemplo, una empresa podría optar por ofrecer productos altamente diferenciados y únicos para un segmento específico del mercado, o podría enfocarse en reducir los costos de producción para competir en precios.

En este nivel, las empresas deben estar constantemente evaluando las condiciones del mercado, las acciones de los competidores y las demandas cambiantes de los consumidores. Un claro ejemplo de estrategia de negocio exitosa es la que sigue Nike, que no solo busca diferenciación a través de sus productos innovadores, sino que también utiliza una estrategia de marca sólida para atraer y retener a sus clientes en el altamente competitivo sector de ropa deportiva.

Estrategias Funcionales o Políticas

En la base de la pirámide se encuentran las estrategias funcionales o políticas, que están diseñadas para apoyar tanto a las estrategias corporativas como a las de negocio. Estas estrategias abarcan áreas funcionales clave dentro de la empresa, como finanzas, recursos humanos, producción, marketing, servicio al cliente, entre otras. Cada una de estas áreas debe desarrollar una estrategia coherente que asegure la eficiencia operativa y el alineamiento con los objetivos de la empresa.

Las estrategias funcionales son, en última instancia, las que permiten que la estrategia corporativa y las de negocio se conviertan en acciones concretas. Por ejemplo, si la estrategia de negocio de una unidad implica una expansión en nuevos mercados internacionales, el área de recursos humanos debe desarrollar políticas para gestionar la contratación y formación de empleados en esos nuevos mercados. Asimismo, el departamento de marketing puede necesitar ajustar sus campañas para atraer a clientes en regiones específicas.

Un buen ejemplo de estrategia funcional es el enfoque que tiene Tesla en la gestión de su cadena de suministro. Al centrarse en la innovación y en la sostenibilidad, la empresa ha implementado políticas para garantizar la eficiencia en la producción de sus vehículos eléctricos y mantener su compromiso con las fuentes de energía renovable.

Importancia de la Alineación Estratégica

Uno de los aspectos más importantes de la pirámide de jerarquías es la alineación entre los tres niveles. Para que una empresa sea exitosa, sus estrategias deben estar coordinadas de manera eficaz. Esto significa que las decisiones a nivel corporativo deben ser implementadas correctamente a través de las estrategias de negocio, las cuales, a su vez, dependen del buen funcionamiento de las estrategias funcionales.

Por ejemplo, si la alta dirección de una empresa decide que la diversificación en nuevos mercados internacionales es clave para su crecimiento a largo plazo, esta decisión debe reflejarse en las estrategias de negocio de las unidades responsables de esos mercados. Posteriormente, las áreas funcionales, como recursos humanos y finanzas, deben ajustarse para facilitar esta expansión, asegurando que todos los recursos necesarios estén disponibles.

La falta de alineación entre los niveles puede generar confusión, pérdida de recursos y falta de enfoque, lo que puede resultar en el fracaso de la ejecución estratégica. Por lo tanto, es crucial que haya una comunicación fluida y constante entre los diferentes niveles de la organización para que las decisiones estratégicas se ejecuten de manera efectiva.

Conclusión

La Pirámide de jerarquías de las estrategias organizacionales es una herramienta fundamental para estructurar las decisiones estratégicas de una empresa de manera clara y efectiva. Desde la cúspide, donde se toman las decisiones corporativas de más alto nivel, hasta la base, donde las estrategias funcionales aseguran la ejecución eficiente, todos los niveles interactúan para garantizar que la empresa pueda competir y prosperar en un entorno dinámico.

La correcta alineación entre los niveles es esencial para el éxito a largo plazo, ya que permite que la estrategia se traduzca en acciones concretas que generen valor para la organización y sus stakeholders.

Mairene I. Rosales C.
Mairene I. Rosales C.
Lcda. Contaduría Publica, Técnico en Comercio y Servicios Administrativos, Redactor Independiente.
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