La línea de montaje o también llamada producción en cadena, es un proceso de producción que descompone los trabajos de fabricación de un bien en pasos o etapas que se realizan en una secuencia predefinida. Las líneas de montaje son el método más comúnmente utilizado en la producción en masa de productos. Son capaces de reducir los costos de mano de obra, porque los trabajadores no calificados podrían ser fácilmente entrenados para realizar tareas específicas. En lugar de contratar a trabajadores expertos para armar un motor de una maquina o un automóvil, las compañías solo contratan trabajadores no calificados que son fácilmente entrenados para tareas sencillas.
El principio de una línea de montaje es que cada trabajador es asignado a una tarea muy específica, que él o ella simplemente repite, y entonces el proceso se mueve al siguiente trabajador que realiza su tarea, hasta que se ha completado la tarea y el producto está terminado. Es una forma de producir bienes en masa, rápida y eficientemente. Dentro de las líneas de montaje no solo hay trabajadores, también hay maquinas que apoyan el proceso de producción.
La introducción de este concepto cambió drásticamente la forma en que los bienes fueron fabricados. Antes de su introducción, los trabajadores tenían que terminar el montaje de un producto (o una gran parte de él) y muy frecuentemente uno de ellos terminaba la tarea hasta el final. Las líneas de montaje, por el contrario, tienen trabajadores (o máquinas) que completan una tarea específica del producto, y este continúa a lo largo de la línea de producción en lugar de detenerse para ser terminado en el momento. Esto aumenta la eficiencia mediante la maximización de la cantidad que un trabajador podría producir en relación con el costo de mano de obra.
Determinar qué tareas individuales deben completarse, cuando necesitan completarse, y quien las completará es un paso crucial en el establecimiento de una eficaz línea de montaje. Productos complicados, como los automóviles, tienen que dividirse en componentes de máquinas y trabajadores para que se puedan montar rápidamente. Las empresas utilizan un diseño de enfoque de ensamblaje para analizar un producto con el fin de determinar el orden de montaje y las cuestiones que afecten a cada tarea. Cada tarea se clasifica entonces como manual, robótica o automática y luego son asignados a estaciones individuales a lo largo de la planta de la fábrica.
Las empresas también pueden diseñar productos con su montaje en la mente, denominado ingeniería concurrente. Esto permite a la empresa iniciar la fabricación de un nuevo producto que ha sido diseñado con la producción en masa en la mente, con las tareas, orden y diseño de la línea de montaje ya predeterminados. Esto puede reducir significativamente el tiempo entre el de diseño del producto inicial y el lanzamiento final del producto.
El concepto de línea de montaje se hizo popular por Henry Ford en su fabricación de automóviles a principios del siglo XX.