La competencia actualmente se define como las habilidades, el conocimiento y la capacidad de desempeño. Aunque este término se ha utilizado libremente, puede traer algunas consecuencias a una empresa específica. En el mundo real no importa cuando se utiliza eventualmente para determinar las habilidades físicas y mentales de una persona, pero sí es de gran importancia cuando se utiliza en el análisis de trabajo para detallar los requisitos laborales y los esquemas de rendimiento. La competencia precisa de un sinfín de habilidades y conocimiento. Además necesita de la actitud correcta y adecuada para un buen comportamiento empresarial. Los empleados que mantienen la actitud correcta son considerados como los más competentes. Las competencias laborales es un término muy común y se ve afectado por el mundo tecnológico.
El factor de reclutamiento, opción, contrato y valoración de desempeño de los empleados se ha convertido muy popular, no solo entre los profesionales del departamento de recursos humanos, sino igualmente entre los departamentos directivos. La competencia es el complemento total de habilidades, ideas y actitudes, que se establece en el comportamiento de los empleados. Es considerado como el medio para conseguir el objetivo deseado.
Por ejemplo un delegado de atención al cliente de servicios tecnológicos puede ser muy habilidoso y conocedor del tema informático, pero si este no se presenta en el momento escogido por el cliente se considera como un empleado incompetente.
Por muchas décadas se han ejecutado numerosos estudios sobre la competencia laboral especialmente para optar por un puesto gerencial o de supervisión, las competencias laborales se clasifican de las siguientes maneras:
- Competencias administrativas.
- Competencias de supervisión.
- Competencias de comunicación.
- Competencias cognitivas.
En este artículo encontrarás:
Competencias administrativas
Las competencias administrativas implican la administración del trabajo incluyendo específicamente los siguientes objetivos:
- Administración del tiempo y disposición de prioridades.
- Fines y estándares determinados.
- Organización y clasificación de trabajo.
- Capacidades de comunicación que constituyen: La claridad de comunicación, conseguir información objetiva y construcción de equipos competentes.
Gestión del tiempo y corporación de prioridades
Se basa en todos los niveles de enfoque, la gestión del tiempo se considera una competencia demandada que debe ser conservada por todos los empleados. Además tiene la capacidad de administrar el tiempo de los gerentes principales como el de los empleados. Incluyendo la autodisciplina y la inspección de interrupciones basado en el comportamiento de los demás. Eso se hace para evitar la pérdida de tiempo empresarial.
Configuración de metas y estándares
El termino de metas y estándares habitualmente son competencias que se precisan especialmente para los puestos gerenciales y de control. Se basa de la capacidad para fijar las actividades y proyectos hacia los fines y patrones medibles, pero con la colaboración de otros, para lograr llegar a una comprensión determinada para así alcanzar el compromiso deseado.
Organización y programación del trabajo
De la misma manera que la gestión del tiempo, esta competencia suele ser conservada por los empleados gerenciales, de control y aquellos trabajadores que se dedican a la producción. Se basa principalmente en controlar las retribuciones del personal y los asuntos gerenciales mediante la utilización de herramientas y técnicas de ejecución. Esto contiene las siguientes destrezas:
- Analizar las actividades complejas para fraccionarlas en unidades adaptables.
- Selecciona y administra los recursos adecuados para las actividades empresariales.
- Utiliza un sistema de destreza especial para proyectar y programar el trabajo, además logra establecer puntos de control y puestos de inspecciones encargados de monitorear el progreso.
Escuchar y organizar
Los términos de escuchar y organizar son competencias de comunicación que se refieren a las personas de la organización. Se basa de la capacidad de entender, organizar y examinar lo que se escucha para ofrecer una repuesta clara y precisa.
Estas competencias son adecuadas para los empleados que tratan con clientes y aquellos gerentes que trabajan en equipo. Particularmente, incluyen prácticas para identificar y comprobar las deducciones y suposiciones dentro de la organización, además trata de superar las barreras impuesta para escuchar efectivamente, para así resumir y reorganizar el tema debatido. Retener el conocimiento puede desviar las respuestas a un mensaje determinado.
Claridad de la comunicación
Ofrecer una información clara es una competencia que se debe mantener en los empleados gerenciales e inspectores. Bien sea de manera verbal o escrita, los mensajes transferidos a la audiencia bien sea al personal interno o los clientes, deben ser claros, suaves y breves para alcanzar los objetivos deseados. Las destrezas consisten en prevalecer las barreras físicas, semánticas y psicológicas basadas en las interacciones con los demás. Una comunicación clara conservar el objetivo y evita interrupciones, además utiliza la persuasión de forma efectiva para conservar un clima de patrocinio mutuo y confianza.
Información objetiva
Para los puestos con más responsabilidad que implique una gestión sustancial de personas, conseguir información objetiva es una exigencia especial basada en la crítica de la competencia laboral, para así garantizar la justicia dentro de la organización. Esta aptitud tiene que ver con la capacidad de usar preguntas, rastreos y técnicas de entrevista para conseguir información imparcial y para descifrarla adecuadamente.
Muy buen artículo, claro en contenido